Después de todo más tranquila y menos turbulenta, nada que un poco de meditación y una larga siesta no solucione.  Un poco de música electrónica y una charla con mis amigos por Kakao Talk, y un poco de eso de enfrentar los problemas e ir directo a ellos, me ha servido para sentirme más tranquila.  Me doy cuenta que al sentirme así, las palabras sólas se acercan al papel, lo divisan a los lejos, como una piscina refrescante y ellas mismas se lanzan a él, como lanzarse al infinito.  Creo que volveré más tarde para otra entrada.  Estos diás han sido sólo de chorro de conciencia.